Los Mayas son nuestra fuente de inspiración. Su curiosidad insaciable los llevó a estudiar los astros y los números, a explorar nuevas tierras y a crear cosas que aún hoy en día sorprenden al mundo. Es esta misma curiosidad la que nos impulsó hace años a hacer lo que nunca se había hecho: un ron salvadoreño, hecho a mano en el corazón del valle de Cihuatán. Los secretos y leyendas de este valle son nuestra constante inspiración, y con cada botella de ron te invitamos a descubrirlos.

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